Paisajes humanos

Por Andrés Duprat

A su reflexión sobre la soledad humana en contextos urbanos, Rosana Schoijett la propone bajo la forma de la demora. En sus obras, cuyas escenas poseen la magia y la potencialidad de los comienzos de los buenos relatos, congela a sus sujetos en diversas situaciones cotidianas teñidas con una misma atmósfera silenciosa, estática y contemplativa.

Sus escenas transmiten una sensación ambigua entre el desasosiego y la placidez. Por un lado podrían leerse como situaciones de cierta angustia y soledad, tiempos muertos que denotan la vida enajenada de la ciudad, pero a la vez pueden percibirse como momentos de pasaje, de posibilidad de acceso a otras realidades, como destellos de una inadvertida y modesta felicidad.

La artista se mueve sutilmente entre ambas definiciones sin hacer prevalecer ninguna, señalándonos que quizás se trate de realidades complementarias. Sus obras condensan a su manera la complejidad de la existencia, con sus luces y sus sombras, insinuando el difuso límite que divide lo cotidiano de lo extraordinario.

Texto para el catálogo de la exhibición Paisajes Humanos, Winzavod Centro de Arte Contemporáneo, Moscú, Rusia, 2015.